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Draco Malfoy era un producto de su entorno. No podrías crear a alguien como él bajo más que circunstancias sutilmente diferentes. Su padre y su madre tuvieron un gran grado de repercusión sobre la persona que era a lo largo de la serie.

Lucius es un cultista, que habló con su hijo desde muy joven sobre la gloria de servir bajo el líder de su culto y ensalzó las virtudes de su ideología. 

También se aseguró de que Draco no viese a los que se oponían al culto como completamente humanos. (Para entender el abismo entre Draco que enfrenta la realidad de lo que es el asesinato y por qué podría reírse de la muerte de un compañero, debemos entender que, en un nivel superficial, no ve a los nacidos de muggles de forma tan diferente como para decir un hipogrifo.

En un nivel más profundo nivel, sabe que ese no es el caso. Mas solo comienza a enfrentarse a esa contradicción cuando se derrumba en HBP. Y probablemente no lo resuelva por completo antes de que acabe la serie.) Narcissa es tal vez moderadamente menos extrema.

Draco amaba y era amado por sus progenitores. Lo que hace que la retórica a la que estuvo expuesto sea exageradamente difícil de sacudir. Sirius, que es el mayor contraste con Draco, parece haber estado considerablemente menos cerca de su familia. Su naturaleza rebelde contrasta sensiblemente con Draco (y Regulus), que desea complacer a sus progenitores y hacerlos sentir orgullosos.

Una vez que Draco tuvo prejuicios y paró las opiniones de sus progenitores, habría costado mucho hacer que diese un giro de 180 °. En parte porque su prejuicio e intolerancia harían que su amistad fuera poco atractiva para cualquier compañero que no tuviera inclinaciones similares.

Pero cuando lo analizas, Draco no era una buena persona. Si trabajó muy duro en la superación personal tras la guerra y revisó todas sus opiniones y acciones precedentes, tal vez podría transformarse en uno.

Draco no es una causa completamente perdida. Ya que muestra cierta apariencia de conciencia. Siente cierto grado de culpa por algunas de las peores de sus acciones. Y lo motivó más la desesperación que el ansia de poder o el sadismo cuando se transformó en parte de la guerra.

Aunque tal como están las cosas, solo puedo decir que Draco podría haber alcanzado el punto de referencia para una persona decente. Dentro de la serie tiene muy pocas peculiaridades redentoras. La renuencia a cometer un asesinato, probar horror en frente de cosas terribles y amar a tu familia no hace a una buena persona. 

Solo es suficiente para mí decir que Draco podría mudar para mejor en los años siguientes.

Es un villano reacio* alén de cierto punto seguro. Pero no consigue alcanzar el estándar de un villano arrepentido. Mucho menos el de un Villano Redimido. Y, a mi modo de ver, precisaría pegar al primero para ser considerado una buena persona.

(*Tiendo a situar a los villanos con arcos durante una escala móvil: (Villano irredimible, Villano reluctante, Villano arrepentido, Villano redimido y Antihéroe). Encuentro útil comparar personajes conforme esos estándares. Un villano irredimible es precisamente lo que es implícito.

A un villano reacio no le gusta lo que está haciendo o ha hecho, mas continúa haciéndolo o ignora las consecuencias de sus acciones. Un villano arrepentido quiere hacer las paces y puede avanzar para hacerlo. Un villano redimido ha hecho lo suficiente para hacer hasta cierto punto, y un antihéroe es cuando siguen tratando de hacer el bien cuando la culpa y el deseo de compensar lo que hicieron ya no es su principal motivación.

Voldemort, Umbridge, Bellatrix, etc. son villanos irredimibles. Lucius Malfoy cae en algún lugar entre Resplandeciente e Irredimible. Draco es sólidamente reluctante. Y tanto Snape como Dumbledore se encuentran en algún lugar entre Arrepentido y Antihéroe en varios puntos de sus arcos).

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